El 17 de febrero de 2025, México perdió a una de sus más emblemáticas intérpretes: Francisca Viveros Barradas, conocida artísticamente como Paquita la del Barrio. A los 77 años, un infarto agudo al miocardio apagó la voz que, durante más de cinco décadas, cantó al desamor y empoderó a las mujeres con su inconfundible estilo.
Nacida el 2 de abril de 1947 en Alto Lucero, Veracruz, Paquita descubrió su pasión por la música desde temprana edad. Sin embargo, su camino al estrellato no fue sencillo. Tras un primer matrimonio marcado por la traición, decidió dejar su pueblo natal y trasladarse a Ciudad de México en busca de sus sueños. Allí, junto a su hermana Viola, formó el dueto “Las Golondrinas”, iniciando presentaciones en pequeños locales. Fue en “La Fogata Norteña” donde conoció a su segundo esposo, Alfonso Martínez, con quien compartió su vida hasta el fallecimiento de él en 2001.
La autenticidad de Paquita la del Barrio resonó profundamente en una sociedad acostumbrada al machismo. Sus letras, directas y sin tapujos, se convirtieron en himnos para muchas mujeres que encontraban en sus canciones una voz que expresaba sus propias vivencias y sentimientos. Temas como “Rata de dos patas” no solo desafiaron las convenciones sociales, sino que también se convirtieron en declaraciones de empoderamiento femenino. Manuel Eduardo Toscano, compositor de esta icónica canción, recordó cómo Paquita “se atrevió a decirle al hombre que era un inútil”, destacando su valentía y autenticidad.
A lo largo de su carrera, Paquita lanzó más de 30 álbumes, dejando una huella imborrable en la música ranchera y popular mexicana. Su voz contralto y su estilo inconfundible la hicieron merecedora de múltiples reconocimientos, incluyendo el premio Billboard de la Música Latina en 2021 por su trayectoria artística.
Su partida deja un vacío en el panorama musical, pero su legado perdurará en cada una de sus canciones y en el corazón de quienes encontraron en su música una fuente de fortaleza y consuelo. Paquita la del Barrio no solo fue una cantante; fue un símbolo de resistencia y autenticidad en un mundo que, con frecuencia, intenta silenciar las voces disidentes.
Hoy, México y el mundo lloran la pérdida de una artista incomparable, cuya música seguirá inspirando a generaciones futuras.