El 20 de marzo de 2025, familiares y simpatizantes de Erik y Lyle Menéndez se congregaron frente a la Corte Superior del Condado de Los Ángeles para exigir una nueva sentencia que permita su liberación condicional. Los hermanos cumplen cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional desde 1996, tras ser condenados por el asesinato de sus padres en 1989.
La manifestación, organizada por la Coalición Justicia para Erik y Lyle, buscaba presionar al fiscal de distrito, Nathan Hochman, quien ha mostrado una postura inflexible respecto al caso. Hochman ha declarado que reconsideraría una nueva sentencia solo si los hermanos admiten lo que él considera “décadas de mentiras”, incluyendo la retractación de sus declaraciones sobre los abusos sexuales que, según ellos, sufrieron por parte de su padre.
Los familiares de los Menéndez rechazan esta postura, argumentando que Hochman ignora las pruebas de abuso y la rehabilitación que ambos han experimentado durante su encarcelamiento. Anamaria Baralt, prima de los hermanos, criticó el tono “hostil y despectivo” del fiscal, afirmando que su insistencia en mantenerlos en prisión “se siente cruel y personal”.
Durante la protesta, los asistentes portaron pancartas con mensajes como “Creer a las víctimas” y “Nuevas pruebas”, destacando la necesidad de reconocer el abuso sufrido por los hermanos y su evidente rehabilitación. Los manifestantes también cuestionaron la afirmación de Hochman de que Erik y Lyle “continúan siendo un peligro para la sociedad”, señalando que han dedicado su tiempo en prisión a ayudar a otros internos y mejorar sus vidas.
La audiencia de resentencia, que podría otorgar a los hermanos la posibilidad de libertad condicional, estaba programada para este mes, pero se ha pospuesto hasta abril. Esta decisión se produjo después de que Hochman retirara la moción de su predecesor que apoyaba una nueva sentencia, argumentando que los hermanos no han asumido “toda la responsabilidad” por las mentiras que dijeron durante el caso, incluyendo su afirmación original de que no mataron a sus padres y, más tarde, de que actuaron en defensa propia.
Los caminos restantes hacia la libertad para los hermanos Menéndez incluyen la concesión de clemencia por parte del gobernador de California, Gavin Newsom, o una petición de hábeas corpus para un nuevo juicio que sus abogados presentaron en mayo de 2023. Sin embargo, Hochman también se opone a la petición de hábeas corpus.
La manifestación reflejó el creciente apoyo de la comunidad y de seguidores influenciados por las redes sociales, quienes abogan por una reconsideración del caso a la luz de las nuevas pruebas y la evolución en la comprensión de los abusos sexuales y su impacto en las víctimas. Este clamor colectivo destaca la importancia de reevaluar casos antiguos con una perspectiva más informada y compasiva.